Cadena Cien pretende ser competitiva en el tramo nocturno con Las Cien y Una Noches

Arboleda, Pirata, Marset, Valencia, Escalada y, ahora, Molo Cebrián

Autor/ David Alcácer – Imagen/ Cadena Cien

Lo primero, un breve repaso que desemboca en el presente: Cadena Cien nace en 1992 a partir de una Popular FM en la que leyenda y realidad empiezan a confundirse. Al frente, Rafael Revert que, en palabras de Lorenzo Díaz, es «el hombre que ha descubierto a los mejores comunicadores de la radio musical«. Revert, que había sido director de Cuarenta Principales (no un director sino el director), tenía clara su misión:

«La idea era elaborar un producto nuevo para el momento en el que los oyentes abandonan Los Cuarenta, la escuela primaria de la radio, y llegan a la veintena o, mejor dicho, la treintena (…) A partir de los veinte necesitan nuevos productos, por eso nacieron M80, para universitarios con más inquietudes, y Cadena Cien, para sectores más populares (…) Había un millón de personas ya creciditas perdidas en el dial y yo lo único que he hecho es recogerlos».

Noches de Cadena Cien: Rock, jazz, confidencias, humor,…

Concentrémonos en el tramo nocturno de la cadena y saltemos hasta la temporada 1996/97. Por entonces, el rock era protagonistas de las noches de C100 con Emisión Pirata (de diez a once), un programa presentado por Juan Pablo Orduñez, más conocido como El Pirata o, simplemente, Piri (última colaboración con COPE en La Atalaya). Así presentaba por entonces El Pirata su espacio en el boletín interno de COPE/C100:

“Nuestro trabajo es hacer cada día mejor radio, ofrecer un programa de rock con altísimo nivel, equiparable a cualquier show de la radio internacional. Todo ello con un pequeño equipo con la ilusión intacta (…) Una de las estrategias habituales es el contacto directo con la audiencia, por lo que el programa se ha realizado en las ciudades donde ha sido reclamado (…) y también tenemos el Rockferendum, la consulta anual de Emisión Pirata y la gala con los grandes personajes del rock de cada año”.

Tras el rock y hasta la medianoche, diferentes propuestas: Los jueves, Especial Cadena 100, música disco los viernes y, de lunes a miércoles, Jazz porque Sí, el programa que Juan Claudio Cifuentes alias Cifu comenzó a emitir a principios de los setenta precisamente en Popular FM (ahora en Radio Clásica). Sí, jazz en C100.

En esa época, las tres primeras horas del nuevo día eran el territorio de Enciende la Noche, conducido por Rafa Arboleda: Voz de impresión (de spots, doblaje,…), actitud, silencios, seducción, ambiente nocturno y efectos sonoros en riguroso directo: Un Zippo que se abre y prende un cigarro, el gas de un bote de bebida que se hace notar,… Actualmente Enciende la Noche -que empezó a emitirse en los ochenta y pasó por varias cadenas- se emite los miércoles en La Única FM, como no, en horario nocturno.

Por cierto, que el locutor mantiene una relación tensa con C100, que parece querer recuperar o, al menos, retener el nombre del programa ¿He dicho relación tensa? Más bien guerra abierta si nos atenemos a las palabras de Arboleda:

«Desde el lunes la página de Enciende la Noche en Facebook ha desaparecido porque una sarta de mentirosos y segundones no tiene otro remedio para seguir adelante con su trabajo que justificar su labor robando un programa, concretamente Enciende la Noche. Lo han registrado como programs de radio, creo que al final no les va a salir bien la jugada pero si les sale bien ya sabéis que son unos ladrones, que este nombre de programa lo inventé yo en el año 1994 y que desde entonces y hasta ahora mantengo más o menos con la misma estructura».

«Estos ladronzuelos, estos aprendices… pero llevan veinte años siendo aprendices de locutor o de programador de radio, son muy malos, lo único que pueden hacer es copiar un programa que se emite por una emisora tranquila y menor en Talavera, eso es lo que demuestra la calidad de la gente que ahora mismo se emplea en la COPE y en la Cadena Cien, tienen que copiar lo que un particular hace en una emisora independiente y pequeña. Y además nos prohiben seguir como estábamos, nos han robado la página de Facebook».

«Esta gente son los que habitualmente son segundos o terceros en los EGM porque son muy malos y encima copian muy mal. Vamos a ver la mierda que hacen con su Enciende la Noche si al final mantienen el envite. ¿Por qué no aprendeis radio en lugar de hacer paseillos, lamer culos, poneros corbatas y todas esas cosas que no valen para nada a la hora de hacer un programa de radio? Sois patéticos y así os va y así le va a la radio, programas como éste se tienen que buscar ex profeso porque no hay manera de encontrarlos donde dicen que se hace radio. Y lo que se hace realmente es vender música y mala, ya os contaré cómo se hace la programación de Cadena Cien».

[minuto 29 aprox. de Enciende la Noche del 26 de octubre]

Enciende la Noche / R. Arboleda / La Única FM

Y siguieron las críticas gruesas y con un punto cínico de Arboleda:

«Me van a intentar quitar todo porque es lo que habitualmente hace la Iglesia, quiero decir, la radio de la Iglesia… O no sé si ambas a la vez (…) Enciende la Noche es algo vivo, no es un valle de lágrimas. ¿Qué vais a hacer los pájaros de mal agüero que os vais cargando la vida diciendo que no hay que vivir bien, que hay que pasar por un valle de lágrimas? ¿Cómo vais a encender la noche? (…) ¿Cómo van a encender la noche con esos monaguillos?»

«Yo fui capaz de encender la noche en la Cadena Cien y en la Cadena COPE, después salí de ahí por patas, me largué porque no respetaban a los trabajadores, no te dejaban trabajar en paz y tranquilo, esa fue la razón por la que me fui. Nunca cobré de la Cadena Cien, lo hice porque me gustaba hacer el programa, para que todos estuviesemos juntos y escuchando buena música y ahora me roban el nombre del programa».

[minutos 34, 1h 29′ y 1h 33′ aprox. de Enciende la Noche del 26 de octubre]

Retomo el asunto central del post, es decir, el repaso de la oferta nocturna de Cadena 100. La temporada siguiente -la 97/98– fue la del adiós de Revert, dejando como herencia una parrilla en la que Conservas Escalada se alargaba hasta las nueve. Para despistados/as, el espacio se denominó en un primer momento Adiós, Jungla, Adiós (a rebufo del éxito de La Jungla de Abellán) y estuvo conducido hasta 2000 por Rafael Escalada, ahora conocido como El Oldie de Rock & Gol. Volvemos al otoño de 1997, en la medianoche C100 conectaba con COPE. Por entonces, la audiencia de El Larguero crecía imparable y SuperGarcía quiso arañar oyentes en la radio-fórmula del grupo. En el tramo entre uno y otro, un estreno: Cien Segundos, capitaneado por Yolanda Valencia (en este vídeo aparece a los 6′ 47″). Revert quiso repetir la jugada de Abellán con Valencia, es decir, ex-locutor de Cuarenta que se reinventa.

De esta forma, Yolanda Valencia -junto a Patricia Carrascal y Jesús García Roa- fue la voz elegida para las noches de C100 (entre las nueve y las doce). La propia locutora, en un boletín interno de COPE correspondiente al otoño de 1997, presenta su espacio:

«Todo el mundo puede llamar para proponer un tema o realizar una queja y será respondido por otros a favor o en contra. O puede ser que sea yo quien comente un tema a partir de una noticia o algo que me haya sucedido. En fin, una conversación con amigos, todo aquel que quiera expresarse o desahogarse (…) También acudirán artistas con los que charlar un rato no sólo de su carrera sino de la vida e integrarlos en lo que estemos hablando en el programa (…) La música será importante ya que es la que va creando el clima«.

En temporadas posteriores el timón lo tomó Paloma Serrano en una conducción más coral para un espacio en el que tenían cabida las noticias curiosas de la jornada, sección dedicada a Internet (ya empezaba a ser imprescindible), algo de humor (con el personaje de Satanasa), peticiones de canciones (a través del contestador o correo electrónico), tertulia sobre las relaciones de pareja o el repaso de los diarios impresos del día siguiente.

En la primera década del siglo, nuevo cambio de formato. Rafael Escalada, junto a Mónica Chaparro y al cómico Alfredo Díaz, ocupan el espacio dejado por Cien Segundos con El Peluco, precediendo, en este caso, a El Tirachinas. Apenas dos apuntes, uno de Díaz, que define sus proyectos con Escalada como “unas islas de buena música, buena radio y buen humor”; El otro a cargo del Dpto. de Comunicación de COPE/C100, que aseguraba que “Escalada hace radio fresca, ácida, ágil y entrañable, un desfile de música, humor y actualidad”.

Tras el espacio deportivo de Abellán, Cosas que nunca te dije, conducido en su primera época por Olga Marset y en el que música y lectura de textos (relatos, citas) se fundían en un ambiente íntimo (la sustituyó Carmen Benítez, que prescindió de los mensajes enviados por la audiencia).

La Máquina del Tiempo, tímido renacer de la radio musical

En septiembre de 2006 la cadena no sólo estreno programación sino también filosofía e, incluso, público-objetivo. Los espacios diferenciados y con entidad propia desaparecen excepción hecha del programa-despertador, de forma que Javi Nieves, que hasta ese momento se encargaba de la franja nocturna con Cien por Cien, pasa a las mañanas. La transformación se convirtió en una varicela que contagió al resto de cadenas musicales (excepto Radio 3) que se convirtieron en un páramo que, durante gran parte del día, sonaba como un reproductor de MP3… pero con publicidad.

En estos momentos el péndulo se encamina sin prisa ni pausa hacia el otro extremo. Hace unas temporadas, lo que comenzó como una sección/concurso de Buenos Días, Javi Nieves se convirtió en espacio independiente. Me refiero a La Máquina del Tiempo, presentada en su última etapa por Manuel Cebrián, más conocido como Molo. En La Máquina del Tiempo, que se emitía los días laborables de once a doce, sonaban canciones (y pistas) correspondientes a cierto año que había de ser descubierto… Un planteamiento que, a priori, parece más propio de M80 Radio.

La Máquina del Tiempo, con un logo que se inspira/plagia la saga cinematográfica Back to the Future, se convirtió en marca y se publicaron discos recopilatorios o se organizaron varias giras de conciertos de aroma nostálgico -éxitos del último cuarto de siglo- al estilo La Década Prodigiosa en la que participaron Belén Arjona, Joaquín Padilla (vocalista de Iguana Tango) o Ainhoa, la ganadora de la segunda edición de O.T. Y como maestro de ceremonias del espectáculo, Carlos Moreno a.k.a. El Pulpo (que igual se apunta a animar la madrugada en una discoteca que a ejercer de anfitrión en ese rapto místico comunal que fue el J.M.J. católico). Aquí va una muestra de las dos iniciativas comentadas (recopilatorio y gira).

Las Cien y Una Noches, más extenso que intenso

En esto llegamos a la noche del 31 de octubre de 2011, víspera del Samhain celta, del Halloween estadounidense y de Todos los Santos para la cristiandad. Un carnaval en otoño, vaya. Y este año, además, primer día laborable con el horario invernal, es decir, en el que anochece antes. Podría ser es una razón (algo peregrina) para explicar por qué el nuevo programa de Cadena Cien se ha estrenado con la temporada comenzada.

Al frente, Manuel Cebrián, que ha pasado a constar exclusivamente por su apodo, Molo, incluso en la parrilla de programación del site de la cadena. Por cierto, un micro-site tan adusto -o sintético- como el del resto de programas de C100. Cebrián, que hasta hace unos días conducía La Máquina del Tiempo, cubría turnos de fórmula en la cadena musical del Grupo COPE y hacía (y hace) alguna colaboración ocasional en la cadena madre, comentaba en la víspera como «estamos trabajando duro, pero felices. Sintonías preparadas, muchos discos, muchas ganas de empezar«.

Se trata de un programa con el sello de la cadena Cien actual: Alto contenido musical y tono amable… el mismo que la voz de Molo que, en un tramo de dura competencia apuesta por la diferenciación. Enfrente tiene dos propuestas lúbricas y desprejuiciadas (La Mar de Noches y Ponte a Prueba, que es líder incontestable en su horario), un Hablar por Hablar para corazones partíos (¿Qué falló en lo vuestro?) o un espacio cultureta y cuidado (En la Nube). En cualquier caso, la comparativa en cualquier aspecto va a ser siempre parcial porque Las Cien y Una Noches ocupa cuatro horas diarias (de las diez de la noche a las dos de la madrugada), más largo que cualquiera de sus competidores. Más de doscientos minutos con poca chicha en lo radiofónico: Tandas de peticiones agrupadas normalmente de tres en tres y que suenan yuxtapuestas. Entre los bloques musicales interviene Molo Cebrián contando qué sonará a continuación, leyendo mensajes (correo-e, tweets, publicado en el muro) o atendiendo brevemente una llamada telefónica de un o una oyente, una fórmula que se repite sin apenas variaciones durante la extensa velada.

Es decir, enraizando con la tradición de espacios consagrados a las peticiones de la audiencia y similar a coetáenos como Me Pones (Europa FM) o Classic Box (M80 Radio) pero sin su energía, proveniente de una duración menor y un horario matinal. En cualquier caso, y repito palabras que ya he escrito en este mismo blog referidas a otros programas, sin el calor ni la magia de La Gramola de Joaquín Guzmán, que, desde su posición simultánea de patriarca y colega, logró crear espíritu de tribu en torno a una forma de hacer radio más allá de la radio-fórmula pero sin renunciar a la radio musical.

Post dedicado a los estrenos de la temporada en la radio musical

En Las Cien y Una Noches las llamadas no son telegráficas pero tampoco se alargan si la ocasión lo merece. Por cierto, algunas de las llamadas que entraron en el estreno fueron de personas con una locuacidad y una dicción por encima de la media y con mensajes muy medidos, casi corporativos… Una licencia habitual en un primer programa, en fin, un pecado venial.

Como novedad, a la hora de realizar las peticiones se pueden enviar mensajes de audio listos para su emisión desde WhastApp del smartphone de turno. Para promocionar esta opción, mandaron su saludo y petición voces populares como la televisiva Cristina Pedroche, la reportera de Otra Movida (Neox) o Manolo García, que sólo dejó saludo… y sonó su single en promoción. Frecuencia Digital ve clara la jugada:

«Cadena 100 espera con este programa elevar los datos de su franja nocturna, la más débil de su actual parrilla, y competir cara a cara con el resto. Si bien, desde la cadena afirman que Las 100 y una noches «es un proyecto a largo plazo que esperan que crezca como la cadena, poco a poco». Desde Cadena 100 también aseguran que se trata del formato de toda la vida pero traído al siglo XXI«.

El hecho de que se trate de peticiones de la audiencia (el lema es «Tú eliges la música«) o el recogimiento que pide la noche no fue óbice para que sonaran algunas de las peores canciones del repertorio de Paulina Rubio o Jennifer López o que, en menos de una hora de diferencia, sonaran dos canciones de Estopa. O, dicho de otro modo, el noventa y nueve por ciento de las canciones emitidas fueron singles de éxito de los últimos años y si sonó algún clásico fue de los muy trillados. Normal, el oyente de radio-fórmula pide lo que conoce y su menú es poco variado.

Autor/ David Alcácer

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