Radio 3 mantiene su dominio en la lista de programas radiofónicos favoritos de RockDeLux

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Pero no sólo Radio 3: Hay podcast, radio local y algún perro verde


Autor/ David Alcácer
Imagen/ Rockdelux, Blog 4 Ojos (ilustración de Enrique Flores)

Si visitas de vez en cuando este blog ya te habrás dado cuenta que los premios radiofónicos pasan por aquí de puntillas (Ondas, Micrófonos, Antenas o Premios de la Academia). Tienen su hueco de forma puntual pero no hay un seguimiento anual porque salta a la vista y al oído que el interés no es demasiado. No me refiero a los programas o cadenas premiadas ni a las y los profesionales distinguidos sino a los propios galardones.

En su momento señalé los pecados de los premios radiofónicos. Por supuesto, también cuentan con aspectos positivos… Ni blanco ni negro, como casi todo en la vida.

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Post acerca de los pecados capitales de los Ondas y los Micrófonos de Oro

Pero el propósito de este post es hacer lo propio -un acercamiento puntual, sin continuidad- a esos otros reconocimientos a programas de radio que no persiguen la solemnidad, la universalidad, el prestigio que da una ceremonia de entrega, un botillo, un caballo alado ni la presencia de autoridades. En concreto a los que concede anualmente la revista Rockdelux. De hecho, la categoría dedicada a la radio es secundaria -accesoria si se prefiere- en unas distinciones centradas en lo puramente musical. Entonces, ¿por qué detenerse en ellas?

Rockdelux, la referencia

A mediados de los ochenta el panorama era realmente distinto, casi irreconocible a día de hoy: La industria discográfica era un negocio con mayúsculas y los medios impresos tenían su hueco. En ese escenario nació Rockdelux, revista musical que tomó el testigo de las desaparecidas Vibraciones o Rock Espezial (es decir, compartía firmas y espíritu con estas publicaciones, algo que también puede decirse de Ruta 66). Diego A. Manrique no deja lugar a la idealización del pasado: «No mitifiquemos las revistas musicales de antaño: tiene más nivel periodístico y más información pura un Rockdelux actual que un Vibraciones de la buena época«.

Con tales antecedentes no es de extrañar que Rockdelux se ganara crédito y consideración dentro del panorama musical (especialmente en la escena indie y alternativa). Sus reseñas, críticas o portadas han sido y son discutidas o alabadas pero, en cualquier caso, influyentes. Es decir, una referencia: Lo que persigue todo medio de comunicación porque es un camino (no el más corto pero sí el más sólido) que suele desembocar en la rentabilidad ya que «la publicidad no influye ni en el contenido ni en las opiniones» (Rockdelux nº 234, dic 2005). Así lo aseguran los responsables de la publicación y así lo explicitó Diego A. Manrique en 2002 en un artículo publicado en El País:

«En España no hay revista musical que despierte tantas pasiones como Rockdelux. El ser heredera espiritual -que no legal- de la histórica cabecera de Vibraciones hace que muchos veteranos se indignen ante su actual actitud, ante unos criterios estéticos que les deja descolocados: ‘Me compro el Rockdelux ¡y no conozco a nadie!’, he escuchado más de una vez. El mensual barcelonés parece tener como misión conectar con las ultimísimas tendencias internacionales, aparte de manifestar aversión automática por los artistas populares en este país».

En cualquier caso, no es la única cabecera que aúna calidad, influencia y prestigio: Ahí andan EfeEme, Ruta 66, Popular 1 o el gratuito MondoSonoro (y seguro que se me olvida alguna de las «heroicas publicaciones musicales españolas«, definición del citado Manrique). Pero éste no es el último capítulo de la historia: Si en los ochenta el fanzine era el formato que, de forma precaria y alcance limitado, democratizaba los medios impresos ahora lo es de forma aún más rotunda la Red, en la que han surgido sites afines con Rockdelux y compañía como Jenesaispop. Pese a la creciente popularidad de estos medios on line Rockdelux no se instaló en Internet con un proyecto ambicioso hasta 2011… y «con precaución«.

Puede que la precaución termine convirtiéndose en urgencia ya que, como recuerda Manrique, la revista New Musical Express «va de bajada, aunque pelea por mantenerse: tiene una fuerte presencia en Internet y busca alianzas en la radio digital o la televisión por satélite«. Ah, el entrecomillado de «con precaución» corresponde a palabras pronunciadas por Santi Carrillo, uno de los fundadores, ideólogos y actuales responsables de la revista. A finales de los años noventa, Rockdelux comenzó a incluir CD’s que alcanzaron un merecido éxito (dedicados a determinados sellos, homenajes con inéditos,…). Los entregados durante el primer trimestre de cada año suelen estar dedicados a repasar lo más destacado del anterior.

Listas, en el ADN de las revistas

Cada marzo, no faltan a su cita el directorio de los mejores del año recién terminado elegidos por las y los propios lectores de la revista. Las listas son ya un clásico irrenunciable (y un contenido socorrido) de las revistas musicales. En este género casi inagotable reinan las publicaciones británicas.

El periodista Diego A. Manrique, buen guía para este territorio, lloraba en la primavera de 2001 la desaparición de Melody Maker y una década después, en el otoño de 2011, hacía lo propio con el otro gran semanario musical británico: New Musical Express (NME) en un artículo titulado «Se acabó el papel«. Pues bien, de combinar sin miramientos -vaya, por afinidad temática- citas de ambos textos publicados en El País, pese a estar separados por una década, obtenemos estos párrafos:

«NME era el superviviente de la anteriormente poblada oferta de semanarios musicales británicos (…) New Musical Express era poderoso: imponía tendencias, lanzaba artistas y movimientos. La varita mágica incluso tocaba a sus colaboradores, que ascendían a periodistas estelares en radio, televisión y prensa diaria«.

Pero llegaron las vacas flacas:

«Crisis hasta en lo que creías referencia indestructible: la prensa musical británica (…) ha ido perdiendo público, que se cansa de estar a merced de unos criterios inexplicables. Parte de ese público desencantado salta a ‘Q’, que cubre a las superestrellas y es moderado en sus críticas: no tiene urgencia por cargarse artistas (…) Uncut, que tiene una orientación similar a Mojo y son parte de un síndrome preocupante: la retromanía (…) La antaño todopoderosa prensa musical británica está cambiando. Sus vicios han pasado factura en forma de desapariciones de revistas ilustres y cambios de hábito entre los lectores».

«Ya no interesan. Bien, volveremos a lo nuestro: a la catacumba exclusiva para iniciados. Al underground, que es otra forma de decir la Resistencia (…) Somos muchos quienes recordamos hasta el tacto y el olor de los viejos semanarios británicos. Músicos, críticos, fans de todo el mundo esperaban que llegara cada semana el NME y/o el Melody Maker, vía umbilical con un Londres en ebullición, capital mundial del pop. Para los anglosajones eran los inkies, por dejar los dedos sucios de tinta. Entre los amargados de la industria, la denominación tendía hacia lo despectivo: The Comics», los tebeos; sus opiniones irritaban, no se podían tomar en serio».

Manrique suma a la nostalgia una dosis crítica:

«Las revistas británicas crean doctrina. Aquí y en Singapur se nos intenta vender burras que sólo tienen sentido en el Reino Unido. Las fobias y filias de terminan manifestándose en revistas, fanzines, programas de radio, salas, distribuidoras, sellos, festivales españoles. Y sospecho que no es buena idea fiarse ciegamente de unos periodistas que trabajan en un micromundo londinense sometidos a las presiones del mundo editorial británico, buscando desesperadamente lo Ultimo en comandita con un sector de la industria».

Los últimos estertores resultan ilustrativos:

«Melody Maker había abandonado el papel de periódico y adaptado formas de revista multicolor, a lo Smash Hits, y había apostado por las tendencias rockeras de moda, desde el neo-punk californiano a las fusiones de rap y metal. No sirvió de mucho: las ventas siguieron bajando (…) Y NME dando bandazos para, ¡ay!, quitarse a toda prisa el estigma del britpop: eso explica su estruendosa devoción reciente por el rap (…) En el año 2000 cerraron simultáneamente Melody Maker y Select, dedicada al rock más o menos independiente. Según Alexis Petridis, su último director, la revista se ha hundido con el britpop ya que las investigaciones de mercado nos contaban que, por mucho que sacáramos a artistas de pop, rap o r&b, la gente creía que era un medio consagrado a contar historias de Oasis: estábamos identificados perpetuamente con una música en declive».

Una vez puestos al día con lo sucedido en la última década con las publicaciones musicales de referencia es momento de valorar una de sus principales y más llamativas materias primas:

«Nada excita más controversias que las listas selectivas (…) Las listas omniscientes despiertan nuestra curiosidad, nuestro afán de disponer de una visión ordenada del pasado, nuestro gusto por discutir las opiniones ajenas».

En este caso, la cita de Manrique data de 2002 y nos parece transportar a aquella novela y posterior película del, como no, crítico de música y novelista británico, Nick Hornby. Me refiero a «Alta Fidelidad» («High Fidelity») y el retrato de un grupo de melómanos entregados a la confección de listas de canciones. La versión cañí de estos personajes disfrutaría cada marzo con el Rockdelux.

¿Listas cocinadas o democracia cruda?

Como diría Ángel Carmona, presentador de Hoy Empieza Todo y uno de los distinguidos en 2011, las y los lectores de Rockelux tienen el morrito fino. Y es que si en enero de cada año la revista publica un especial con listas de lo más destacado del año anterior (en materia de álbumes, singles, canciones, películas y conciertos) de cosecha propia, en marzo hace lo propio a partir de las preferencias de sus lectores y lectoras e internautas. Cuidado con los tópicos: Un aspecto trascendental para interpretar los resultados es el perfil de los y las votantes. Puede que tengas una imagen mental del lector/a tipo de Rockdelux pero ese retrato-robot podría ser distinto al esperado a tenor de lo comentado por Luis Lles, uno de sus redactores, cuando asegura que «los lectores de esta publicación escriben desde los lugares más insólitos, desde un bufete de abogados de Bilbao a una oficina de turismo de Tenerife» (nº 234, dic 2005).

El otro aspecto a tener en cuanta nos lleva a los fogones de la redacción. ¿Sufragio universal puro en la confección de las listas? Busquemos antecedentes. Por ejemplo, hace unos años la publicación elaboró Los 200 de Rockdelux, una lista elaborada a partir de las votaciones de una cincuentena de colaboradores/as de la revista. Pero Diego A. Manrique pone en duda esa aparente apoteosis de la democracia:

«Se trata de una lista acicalada en pos de lo estéticamente correcto, con eliminación de nombres o tendencias considerados poco fashion a causa de su aceptación por el mainstream; a la inversa, se insertan nombres obscuros para darla el toque cool. En entrevistas con Radio 3 Santi Carrillo ha reconocido que el cómputo final ha sido sometido a posproducción. Cabe imaginar que han concentrado los votos dispersos de artistas prolíficos, que hubo trueque de discos y artistas obvios en favor de otros que añaden el inconfundible aroma de la elite de Rockdelux a la lista (…) Carrillo explica que cotejó sus resultados provisionales con otras listas confeccionadas a lo largo y ancho del planeta. Hmmmm. Dudo seriamente que fuera necesario ese chequeo. Más que una lista en línea con los gustos internacionales uno esperaba algo original ¡y verdadero

En fin, no seré yo quien critique cierta edición de los resultados pero que, en ningún caso, los desvirtúe. Se trata de reducir la confusión, mostrar tendencias, aglutinar gustos y afinar resultados pero todo ello con inteligencia y ética. Así que, visto lo visto y oído lo oído, es normal preguntarse si habrá sucedido lo mismo con el resto de listas, en este caso, con la de programas radiofónico. ¿Se ha dado un empujón a ciertos espacios para poner «el toque cool» o el «aroma de la élite«? En la era de Internet no puede faltar un podcast aunque, por su abundancia, es complicado que los votos se concentren en uno solo («concentra los votos dispersos«, como escribe Manrique). Además, en toda votación popular relacionada con la radio que se precie falta el lobby de esRadio que, como bien señala Pacman (del blog RadioChips) no dejan pasar una oportunidad de apoyar a la emisora de sus amores. Lo normal es que esta revista no tenga sitio en su revistero pero, ¿y si una campaña orquestada hubiera aupado a un programa de esRadio a la lista? No digo el de Losantos, ni siquiera el Regreso al Camino del Sur de Vidal pero sí el Cara B que se emite de madrugada. Por cierto, cito a Losantos porque la votación está abierta a programas no musicales 😉

Otro interrogante de Manrique: ¿Se han obviado programas que no resultaban «estéticamente correctos» para la imagen de la publicación a pesar de aparecer entre los más votados? Por ejemplo, deportivos o procedentes de una radio-fórmula. Lo segundo es poco probable porque parece incompatible gastarse el dinero en adquirir Rockdelux para luego sintonizar Cuarenta Principales. Y cito a Los 40 y no a otra porque Santi Carrillo, una de las cabezas pensantes de Rockdelux, hizo referencia a la cadena de PRISA Radio en declaraciones a 20 Minutos en 2011:

«Los 40 Principales hacen que la música sea peor mediante un discurso poco trabajado en el que no prima la calidad, que les trae sin cuidado. Los 40 y Rockdelux son dos medios antagónicos. Nosotros somos conscientes de que nos dirigimos a minorías selectas, pero que también son importantes. Hay muchas minorías que sumadas pueden suponer un gran número de gente. Las radio-fórmulas como Los 40 son escuchadas por mucha gente, pero por lo general esos oyentes no tienen criterio musical, la música no les importa demasiado. ¡Que conste que no quiero menospreciar a nadie: están en su derecho de que les interese la música o no! Nosotros nos dirigimos a quienes les gusta la música (…) Si te dejas llevar por los gustos masivos, escucharás radiofórmulas que ofrecen la música más fácil y directa. Pero si tienes otras inquietudes y quieres encontrar música que no sea la de siempre, ahí entramos nosotros».

Leyendo estas declaraciones -en las que la periodista buscaba de forma legítima un titular llamativo o controvertido- parece claro que las cadenas que hacen radio-fórmula (Los 40 ha sido el referente en este campo desde hace décadas y lo sigue siendo) no tienen cabida en la lista de Rockdelux. Pues no es así. Revisando las votaciones de hace algunas ediciones (antes de la mp3ización de las musicales) nos topamos con Viaje a los Sueños Polares (de indudable pedigrí indie y que se emitió en Los 40 y en Cadena 100).

Radiodelux: Los diez programas elegidos

Diez espacios con algunos rasgos comunes. Por ejemplo, más de la mitad se emiten en Radio 3 (tres de ellos en la franja matinal). Sumando los de la cadena de RNE y el representante de iCat FM son siete los provenientes de medios de comunicación públicos. Hasta ocho son eminentemente musicales, quedando fuera de esta consideración La Competència y Carne Cruda (éste último tiene un fuerte componente musical… al igual que Hoy empieza todo o Siglo XXI cuentan con contenidos y secciones sobre otras temáticas).

Un dato a destacar: Dos programas cuentan como principal o único medio de difusión la Red. Los podcast van ganando terreno y visibilidad aunque la variedad de la oferta existente fragmenta los votos. Ah, y no pasa desapercibida la fuerte presencia de la radio catalana en la lista, en consonancia con el panorama radiofónico.

No más preámbulos, vamos con el listado de 2011 (publicado en marzo de 2012) en la categoría programas de radio surgido de la votación popular de Rockdelux:

Primer puesto/ Hoy Empieza Todo

Radio 3
lunes a viernes de siete a once de la mañana
algunas secciones en podcast

La apuesta de Lara López, directora de Radio 3, por un programa-despertador fuerte, con personalidad y continuidad está dando sus frutos en audiencia y notoriedad. Esta segunda época del programa, tras el arranque con Marta Echevarría al frente (ahora en Sonideros), ha ganado en espontaneidad, melomanía y actitud gamberra. En pocas temporadas ha conquistado el corazón del indie patrio porque tiene de todo: Información alternativa, reportajes, entrevistas y un concierto acústico diario. Ha encontrado el difícil equilibrio entre los contenidos musicales (Playlist, Lunecesito, Informe Godes, Mesa de Mezclas) y otros de tipo cultural o social escogidos con acierto (sólo chirría una sección de noticias curiosas digna de un morning show ramplón a cargo de Jorge Barriuso, que sí brilla hablando sobre literatura). La participación pasa por la pregunta lanzada a las redes sociales y un par de concursos insípidos: Gritar Hero (mejor envoltorio que resultado en una poco habitual sinergia con Radio Clásica) o El Trivia del Rock.

Ángel Carmona, bien secundado por Gustavo Iglesias, José Manuel Sebastián y Pablo Glez. Batista, pone el ingenio, la irreverencia y la energía que, en más ocasiones de las deseadas, se convierte en un discurso atropellado y plagado de muletillas. En cualquier caso, una oferta atractiva y elaborada a la altura de lo que se exige a la radio pública. Podría parecer un dato a tener en consideración que Hoy Empieza Todo comienza y termina una hora más tarde que su presunta competencia pero es que el resto de morning show no son tal. En la propuesta matinal de Radio 3 la posición central la ocupa la música como fenómeno cultural (y no, cultura no es antónimo de diversión) y no las bromas de diverso pelaje, los concursos, los cotilleos vacuos y las secciones de cartón-piedra protagonizadas por personajes populares. Ah, repite en el primer puesto de esta lista.

Segundo puesto/ Siglo 21

Radio 3
lunes a sábado de doce a una del mediodía
podcast disponible

Aún recuerdo la interminable cola de matriculación de la universidad aquella mañana de septiembre de 1996. Con auriculares en los oídos la espera se hace más llevadera y si es día de estreno radiofónico, se añade algo de expectación. Bueno, estreno tampoco, Siglo 21 tuvo una primera etapa en las tardes de la cadena pública pero a partir de esa temporada el programa dirigido por Tomás Fernando Flores se convirtió en estandarte. Estandarte de Radio 3, de la por entonces pujante música electrónica y de una forma distinta de hacer radio. Por los contenidos y también por la forma (entrevistas editadas sin preguntas, locución solemne, buzón de voz).

Flores tenía clara su intención: «La radio debe ser mas reivindicativa y también entretener. Una cosa no quita la otra. Creo que es una de las virtudes de Siglo 21«. El formato, rupturista y experimentador, se extendía de diez a doce, horario que supuso «un lujo, que debemos disfrutar; Nos lo dicen muchos artistas extranjeros cuando atienden al programa«.

La llegada de Lara López a la dirección de Radio 3 supuso que su duración se redujese a la mitad (Diego A. Manrique apoyó la medida en su papel de adjunto a la dirección) y su pérdida de galones. Sigue siendo uno de los espacios más prestigiosos y elaborados de la cadena pero no el eje de las mañanas. De hecho, desde entonces ya ha sufrido dos cambios de horario (primero a la una de la tarde y, actualmente, al mediodía), un síndrome habitual en todos los programas de Radio 3 pero al que parecía inmune Siglo 21.

La otra novedad es la edición en sábado -llamada express– y que no deja de ser un resumen musical de la semana sin apenas palabras ni las secciones habituales (y de la que se prescinde con motivo de festivales o eventos). Ah, y las redes sociales que (por fin) han irrumpido en el programa de forma discreta (Flores comparte algunas aportaciones en Facebook a un tema planteado y se avanzan los contenidos en Twitter).

El programa dedicado a «la nueva sensibilidad» (ahora «música popular contemporánea«) cuenta año tras año con la fidelidad de las y los lectores/votantes de Rockdelux. El espíritu no ha variado, tampoco el estilo de Flores al micrófono («he buscado un todo sereno y locuciones asépticas en su modulación») y algunas secciones continúan inalterables: Los músicos presentando durante una semana piezas de su álbum, ese mosaico que une lo inteligente y lo extravagante es el Buzón de Voz, La Puerta de Atrás o Contenedores de Arte. Otras secciones han visto extinguirse su vigencia (la dedicada a la informática a cargo del plomizo Manuel Ballesteros, la irritante de Rafa Corega (alias Faemino), Notas de extramuros o el Contacto Interior. A día de hoy parece impensable una Radio 3 sin el manchego saludando con su «Hola qué pasa» tras una careta de entrada que escupe lo de «A la gente en tus ondas de radio, qué» que fue creada por CPV y a la que luego se añadieron voces de músicos incluida la de la turbadora (y también actriz) Nawja Nimri. Ah, menos en vísperas del fin de semana en el que suena el «ya es viernes» de Mucho Muchacho (a.k.a. 7 Notas 7 Colores).

¿He escrito «parece impensable»? Lo mismo se podía pensar de, por ejemplo, Diario Pop… hoy en el panteón de la cadena. Por cierto, las palabras de Tomás Fernando Flores provienen de una mesa redonda en la Univ. Autónoma de Barcelona recogidas por Miguel López Calzada y sendos encuentros virtuales en los sites de RTVE y El Mundo.

Tercer puesto/ Salsa de Carne

podcast y por FM
Radio Torrijos, Toledo; Radio Alburquerque, Badajoz

Camino de las ciento cincuenta ediciones, este programa con sabor a radio libre y podcast amateur -es decir, la autenticidad por encima de la perfección técnica– representa con dignidad las propuestas que ganan notoriedad a través del boca-oreja y las redes sociales.

El título proviene de una frase de un capítulo de la (habitualmente brillante) sitcom Cómo Conocí a Vuestra Madre (How I Met Your Mother), pero ignoro si, a su vez, fue tomada de alguna expresión popular, jerga, una película,… En todo caso «salsa de carne» se aplica a cualquier cosa que merezca la pena (usado en la sitcom, eso sí, por unos impresentables). Por cierto, que emparenta en cuanto a título con el programa situado en la cuarta posición, Carne Cruda.

El de Cómo Conocí a Vuestra Madre no es el único corte de series o películas que sazona el programa. De hecho, no evitan acudir, incluso, a pastelones como Love Actually. Pero el contenido central de cada edición es una entrevista con un músico o banda. El cuestionario es competencia de Ángel González alias La Menor (nota musical, no artículo determinante) y Sergio Navarro, que se reparten las labores de conducción y muestran su pasión por la música incluso grabadora en ristre por los festivales veraniegos para alimentar su espacio.

La vocación de Salsa de Carne por la música alternativa, autoeditada y maquetera se puede resumir en «lo que cariñosamente llamamos el underground del underground«. Es decir, música y alguna colaboración extravagante (consultorio de El Ninja del Amor, Las perversiones del Capitán Toni, corresponsalía en Londres o Borja Pérez de Qué vida más triste).

Ah, y cuentan con premios propios: Los Carnaza (que merecen un especial anual de dos horas). Y se cierra el círculo porque, entre los Carnaza, los hay a la mejor web, a la Perversión del año, mejor concurso de Demos o al mejor Programa de Radio. Es complicado resistirse a la tentación de repasar los de la última edición. Los candidatos provienen de emisoras locales (Almansa Uno Radio, Radio Allora o la propia Radio Torrijos) excepto La Merienda, de la autonómica Canal Extremadura y que resultó el programa ganador. Curioso: En el cuarteto constan también Ones del Espai Exterior (Radio Blanes) y Ondas del Espacio Exterior (Radio Vallekas). Al igual que en el cine, en radio muchas veces la serie B es más divertida y adictiva que las super-producciones.

Cuarto puesto/ Carne Cruda

Radio 3
lunes a viernes de dos a tres de la tarde
podcast disponible

Si hay un programa de la lista que merece un post propio es el conducido por Javier Gallego (también actor ocasional en el radio-teatro de RNE y batería). Ese último dato, además de la pertenencia del espacio a Radio 3, parece explicar su fuerte componente melómano: Música en directo los viernes y varias secciones dedicadas a diversos estilos y perspectivas para rematar casi cada edición (garitos de jazz a lo Cotton Club, islas caribeñas con vinilos en lugar de cocos o carreteras perdidas hacia las leyendas del rock).

Música como contenido en sí misma pero también por su mensaje e intención. Esta segunda opción si se acerca a la definición oficial del programa: «Un contra-informativo para mentes activas, agitación social, activismo político, historias inauditas y personajes singulares, aderezados con humor, ficción, reportajes y propuestas musicales audaces y heterogéneas”. Prefiero la que reza “Contracultura proteica y cultura bizarra”.

En todo caso, lo destacable de Carne Cruda es que se atreve y huye de la rutina. En ocasiones el resultado es memorable y otras fallido, a veces por exceso de ambición y otras por guiones previsibles pero siempre huyendo de lo confortable. Hay valentía y también trabajo. En todo caso, los medios y el equipo (que ha sufrido numerosos cambios) que acompañan al madrileño no siempre están a la altura de sus exigencias (a ves por su barroca complejidad). También llama la atención porque es un programa que se moja, lo hace a través de los temas tratados, de sus invitados/as y del monólogo inicial de Gallego (algo así como la línea editorial del movimiento alter-globalizador), la mayoría de veces lúcido y cargado de valentía y razón y, las menos, bordeando el populismo y la demagogia. De lo primero habría un camión repleto de ejemplos:

«En Radio 3, por ahora, no he recibido toques más que en dos ocasiones referidas a la Iglesia y la Casa Real, no fue prohibición sino que me pidieron respeto por todo tipo de creencias en una radio pública. Y la monaquía ya sabes que en España es intocable (…) En la SER nos dieron toques en algunos temas pero tuvimos bastante libertad. Yo tuve algunos roces porque creo que debíamos dar caña en todas las direcciones y la cadena SER a veces cojea de algún pie».

En cuanto a lo segundo, nunca adjetivo sin aportar ejemplos concretos: 26 de abril de 2011, Gallego cita las preferencias sexuales del periodista Pedro J. Ramírez para criticar su labor profesional. En general, la ex-mano derecha de Celia Montalbán en Cadena SER y M80 Radio demuestra buen juicio. Incluso se anima con la auto-crítica (paródica) cuando asegura (28 de diciembre de 2010) que lo suyo es “cháchara de radio-predicador trasnochado, gracietas y chistes ridículos y frases supuestamente ingeniosas”. En fin, dejémoslo en osadía inteligente y bienintencionada. Ah, y amor por la radio (lo demuestra el hecho de no conformarse con entrevistas al uso y ambientar las conversaciones -vía efectos de sonido- con la complicidad del invitado/a).

Hay quienes defienden que el Arte sólo puede fundarse sobre el compromiso social. Y quienes defienden justo lo contrario, claro. Carne Cruda aplica la primera postura a la radio: “Queremos sorprender y romper esquemas, ser agitadores explorando la contracultura, el activismo y los movimientos sociales”. Hay ediciones confortables si tus valores (e intensidad de éstos) coincide con la del tema tratado y otras que proponen asuntos instalados en esa gama de grises que es la realidad (prostitución, prisiones, drogas, delincuencia).

Gallego, que ya estuvo presente en la parrilla de la cadena con Especia Melange y que fue reciente contraportada de El País, siempre anda sobrado de energía, en eso coincide con Ángel Carmona, otra de las actuales cabezas visibles de la actual Radio 3 (en el caso de Gallego, la sobre-excitación no le empuja a la vocalización confusa). Como aspecto negativo, Carne Cruda sufre de una super-población de contenidos que, lejos de satisfacer, puede llegar a provocar estrés en la audiencia cuando algunos temas apenas quedan esbozados.

A las invitadas/os underground, la inercia melómana y las inevitables redes sociales se suman las secciones. Y no sólo las ya citadas de contenido musical sino otras que confirman la vocación ecléctica: Hay informativos satíricos (desde una versión embrionaria de El Mundo Today a propuestas de las radios libres como El Abordaje Tuerto), viñetas de posthumorismo (al principio las llamadas del bipolar Nico, luego la firmadas por Brieva), radio-teatro con formato de tira cómica: Kurt & Courtney, creación del gran Paco Tomás que combina a Beavis & Butt-Head y Los Klamstein de Muchachada Nui en una suerte de «matrimoniadas indies«.

Quinto puesto/ Disco Grande

Radio 3
lunes a viernes de cuatro a cinco de la tarde
podcast disponible

Si Discópolis o Cuando los elefantes celebran su aniversario redondo este año, el pasado lo hicieron A todo Jazz y el programa de Julio Ruiz, incombustible y singular responsable del espacio desde que emitió su primer programa con dieciocho años allá por marzo de 1971 (el título se debe a que se pinchaban caras completas de los discos de vinilo).

El espacio nació en Popular FM, emisora madrileña propiedad de COPE (sí, la ‘P’ es de Popular) nacida cuando la Frecuencia Modulada aún era minoritaria (hasta el éxito de Antena 3 Radio). La explosión de la radio-fórmulas encontró a Ruiz ya sentado en cadenas públicas y de alcance nacional. Disco Grande pasó por Radio Cadena Española, Radio 4 y, claro, Radio 3.

Con la pre-jubilación de Jesús Ordovás y la desaparición del ya mítico Diario Pop en 2007, dejó “los ciento veinte más ciento veinte del fin de semana” para trasladarse a la tarde de los días laborables con las bendiciones del propio Ordovás.

Disco Grande -o, en la personal versión de Ángel Carmona, Julio en la Onda– cuenta con un conductor peculiar pero que se hace querer con sus vocabulario deportivo (“cambio de camiseta” cuando una banda firma con otra discográfica, que si “alineación titular” para repasar sus componentes, las escuderías, la Liga Maquetera) o sus limitaciones en cuanto a locución pero que lleva con humor (“Tengo una voz personal pero no se puede decir que sea radiofónica”). Ruiz planea celebrar medio siglo frente al micrófono… ¿seguirá entonces presente en esta lista?

 Disco Grande

Post dedicado en 2011 a Julio Ruiz y su Disco Grande

Sexto puesto/ 180 Grados

Radio 3
lunes a viernes de once a doce de la mañana
podcast disponible

Con la presencia de este programa todo el prime time radiofónico (es decir, mañana y mediodía) de la cadena pública aparece en la lista. Lo cierto es que este espacio comenzó coincidiendo con la era de Lara López pero con un planteamiento más ambicioso (participación de la audiencia y monográficos en torno a la cultura y temas sociales). En aquella primera etapa la dirección corrió a cargo de Benito Pinilla (ex-Siglo XXI y ahora en Escribano Palustre, el espacio dedicado al medio ambiente de Radio 3). De esa primera época se mantiene la conductora, Virginia Díaz (también lo fue de Los Conciertos de Radio 3 en La 2) y una atractiva selección musical cercana a las preferencias de Rockdelux. Es decir, lo más parecido a una radio-fórmula indie.

Séptimo puesto/ Está Pasando

Músicas N, podcast disponible cada miércoles

El dúo que presenta el programa se pregunta: «¿Hablamos demasiado de nosotros mismos?» (lo hacen en la edición 53). Pues sí, hablan demasiado… y sí, lo hacen de ellos mismos. Verborrea (además, vacía y algo desganada) y ombliguismo (un rasgo generacional) que parece haber conectado con quienes han votado para la confección de esta lista. En el otro platillo de la balanza, la selección musical… no tan heterogénea como pudiera parecer en un principio.

Pero situémonos primero: Está Pasando es parte de la oferta de Músicas N, un proyecto solvente y ya asentado de podcast a cargo de MSN, es decir, el portal de Microsoft (Hotmail, Bing, Messenger,…). Allí se reúnen cinco espacios, cada uno con un día asignado de renovación: En uno el periodista de la órbita PRISA Lino Portela charla con músicos; en otro Antonio Martínez (sí, formó parte de ese dream team llamado Lo que yo te Diga) escoge un tema y pincha canciones (y cortes cinematográficos) en torno a él; en un tercero Ajo, habitual de la vida cultural madrileña, (micro)poetisa, cantante al estilo Yoko Ono e incluso taquillera del teatro Alfil, da rienda suelta a sus filias y obsesiones habitualmente en compañía: Vampirella, Leonor Watling, Fele Martínez, Elena Anaya, Albert Pla, Paco Clavel y propietarios/as de salas, poetas, promotores, periodistas como Bruno Galindo o Lara López, directora de Radio 3; el cuarto está conducido por Nacho Canut, la cara reservada y melómana de Fangoria (con Alaska también coincidió en Kaka de Luxe, Pegamoides y Dinarama). Canut recurre a su uniforme de DJ y productor, Jet 7, para compartir su discoteca y hallazgos mientras su partenaire musical se entrega a los reality insustanciales.

Y completa el quinteto Está Pasando. Por lo pronto, el nombre trae a la memoria el programa homónimo que (re)llenaba las tardes de TeleCinco con un batiburrillo de cotilleos, sucesos y auto-bombo de los realities de la cadena. No tiene que ser necesariamente casual: Uno de sus responsables, Borja Prieto, disfruta (de forma irónica y posmoderna, claro) de la tele-basura. Además, Prieto es músico como su compañero al micrófono, Pepo Márquez, ambos en la escena del pop indie (Grande Marlaska, The Secret Society, Meteosat). Y una duda, ¿son también dos de los integrantes de la banda Ornamento y Delito?

Su apuesta por el podcast es lógica si tenemos en cuenta que Prieto, con la decadencia de las grandes discográficas, encontró acomodo como director de contenidos de MySpace. En sus palabras, el programa es “un cincuenta por ciento asquerosamente mainstream y un cincuenta por ciento apestosamente infra-underground”. Puedo dar fe: Se yuxtaponen sin prejuicios lo selecto (Ani di Franco) con freakadas (la incursión en el pop de Estefanía de Mónaco) o hits ya clásico (como «Video killed the Radio Star»). Es decir, tres en uno: Radio 3, Paco Clavel y M80. Otras definiciones de los propios interesados, en su búsqueda de personalidad para el espacio, son «hits del presente, el pasado y el futuro» y «Está Pasando es un mundo aparte«.

Para entendernos, los melocotonazos de Hoy Empieza Todo son los pepinos de Está Pasando. El dúo aspira a crear un vocabulario y universo propio (incluidos efectos de sonido) aunque se muestran deudores de otros coetáneos (no pueden faltar las referencias a los ubicuos Muchachada/Chanantes/Lilifor). Finalmente todo parece reducirse al uso indiscriminado de «pajero» y «pajera» aplicado a casi todo, algunos dardos envenenados: «Nacho Vidal hace que Guti parezca Woody Allen» o «el indie es el nuevo mainstream«, cotilleos de producción propia (el embarazo de la hermana de uno de los componentes), comentarios extemporáneos desde el desconocimiento (actualidad de la NBA) o pobres imitaciones (desde músicos de su entorno a Manuel Fraga).

Cada canción responde a una sección distinta, algunas previsibles pero bien vestidas (¿A qué no te acuerdas?, Mi Querida España, La Versionaca o novedades en Extra, Extra), otras simples excusas (Me Gusta, La Finalísima) y otras ingeniosas (como Mira Vos o El Tristómetro, dedicadas a los One-hit Wonder y «malrrollera» de «suicidas potenciales» respectivamente). Con La lista de… una voz popular (bueno, una imitación en plan llamada telefónica al estilo Gomaespuma) recomienda su canción favorita, desde Jota-de-los-Planetas a Julio ‘Disco Grande’ Ruiz.

De forma excepcional pasa alguna banda invitada por el estudio que, además tocar algún tema en directo, se somete al cuestionario del dúo con preguntas cargadas de ironía como «¿Habéis cambiado vuestro sonido? Y no me respondas como si yo fuera de Radio 3». Divertido de puro cruel 😉

En todo caso, demasiada palabra (insustancial) para ser un programa musical de autor en su acepción clásica. Cada presentación se alarga sin sentido y se aleja de lo puramente musical para perderse en comentarios superfluos (temas particulares, andanzas de celebrities o sobre algún reality show) con la improvisación por bandera y la complicidad que surge de su amistad (y una escaleta básica) como sustentos. Lástima, la selección musical es muy disfrutable y su espíritu lúdico, de agradecer. Por supuesto, su parroquia de fieles aplaude este planteamiento.

Octavo puesto/ Delicatessen

iCat FM
lunes a viernes de ocho a nueve de la tarde
podcast disponible

Para despistados/as, iCat FM es la reencarnación (se vendió como una modernización) de Catalunya Cultura; es decir, una de las cadenas autonómicas.

Albert Puig es Delicatessen, un programa musical de autor. Su voz, cálida e intimista, al igual que las cortinillas, están diseñadas para reunir una reducida pero sólida comunidad de seguidores/as. “A la minoría siempre”, que escribió Juan Ramón Jiménez. O, en otras palabras, «un programa de radio para los que piensan que la música ayuda a hacer de la vida algo maravilloso«. Siempre sin urgencias, siempre palabras las justas. El estilo del espacio (no me refiero a los estilos musicales que suenan sino al ritmo, el espíritu) entronca con Discópolis, Flor de Pasión o los desaparecidos Vuelo 605, Diálogos 3 o Área Reservada.

Es el espíritu de hay-muchos-programas-por-delante, ritmo pausado, temas que suenan completos, varias ediciones dedicadas a un mismo artista/estilo (los monográficos son habituales en los programas musicales diarios). Una propuesta unipersonal en la que Puig muestra que tiene las ideas claras:

«En los especiales lo que me gusta es ofrecer mucha música del grupo y explicar pocas cosas, no perderme en los detalles biográficos que para eso hay libros publicados y páginas web, blogs y también otras redes en las que está toda esa información. Lo que permite la radio es poder sentir las canciones».

¿Y los vinilos, cd’s, spotify o mp3 no permite también «sentir las canciones«? Vale, Puig se ofrece como guía, como prescriptor o seleccionador en la amplia biografía de un artista o banda. Pero, ¿para qué sirve si no justifica sus elecciones? En libros o Internet está la información pero elaborar y compartir esos datos en formato audio sólo lo permite la radio. No se trata de cantidad (charla interminable y densa) sino de calidad (comentarios breves pero certeros). Pinchar y no aportar suena a programa cómodo de preparar… en una cadena pública. En cualquier caso, es un estilo bastante extendido y con gran éxito de audiencia (quizás por falta de alternativas). En todo caso, un estilo legítimo.

Un estilo en el que abundan las canciones yuxtapuestas sólo separadas por una cortinilla, mucha música anglosajona, algo de otros idiomas y sabores (portugués, castellano) y, claro, en catalá. Una filosofía casi opuesta a la de Está Pasando y que muestra que en la lista de Rockdelux hay lugar para muy distintas formas de hacer radio. El punto y final lo pone un insobornable Puig:

«Hay días que tengo la lengua con ganas de contar muchas cosas pero no me quiero ir por las ramas porque el protagonismo, evidentemente, es para la música».

Noveno puesto/ La Competència

RAC-1
lunes a viernes de doce a una del mediodía
podcast disponible

No hace falta ser catalanoparlante para percatarse que el programa funciona, que la química entre Els Òscars sigue carburando pese al desgaste que produce cinco ediciones semanales y que conecta con un público amplio que incluye -un hecho no habitual en la radio generalista- a oyentes jóvenes. En fin, «Un programa de humor basado en hechos reales» como lo eran sus sucesores: Minoría Absoluta (Toni Soler y su equipo terminaron por dedicarse exclusivamente en la televisión), al que sustituyó en septiembre de 2009 y Problemes domèstics (que, tras un breve paso por la medianoche de una recién nacida Punto Radio, se instaló como sección dentro de El Matí de su creador, Manel Fuentes).

Es decir, por un lado el listón estaba alto pero, por otro, ya había una audiencia fidelizada en ese horario y cadena. Òscar Dalmau y Òscar Andreu -que ya colaboraban en RAC-1– supieron mantenerla (y hacerla crecer) y crearse una personalidad propia.

Habrá quien se pregunte cuándo darán el salto, ya sea a la radio estatal o se entreguen a la acaparadora televisión. No es una suposición gratuita: Manel Fuentes dio el salto a la medianoche de la por entonces recién nacida Punto Radio mientras que Soler & Novell & Lucas dejaron el medio (¿temporalmente?) cuando Polònia llegaba a su punto de máxima popularidad tras compatibilizar ambos durante diez temporadas (Set de Nit, Malalts de Tele, La Escobilla Nacional, Mire Usté, Crackòvia).

Pero RAC-1 aún no se verá obligada a reinventar la exitosa franja de mediodía por el momento. La Competència, líder en su franja en Catalunya, tiene contrato hasta el verano de 2013. Eugeni Sallent, director de RAC-1, explicó así el éxito del programa a Cristina Sen, de La Vanguardia:

«La Competència es una síntesis de todas las características que explican el liderazgo de RAC-1: Talento, creatividad, atrevimiento en la fórmula y una gran capacidad para convertirse en un producto transversal, que llega a todo el mundo con una extraordinaria facilidad».

Òscar Dalmau comentaba a Sen como su propuesta «ha roto con la tendencia del humor de imitación y ha apostado por la creación de un universo propio y un grupo de personajes que la gente ha acabado por hacer suyo (…) Una persona mayor se puede sentir más identificada con la Angelines y alguien más joven con Mohamed Jordi. Viene gente de todas las edades como público al estudio«.

Décimo puesto/ El Sótano

Radio 3
lunes a jueves de cinco a seis de la tarde
podcast disponible

Todos los programas de la cadena pública entre las siete de la mañana y las seis de la tarde tienen presencia en la lista de este año a excepción hecha de Música por Tres, un parche irregular (por ser benévolo) presentado por Rosa Pérez y que sustituyó al histórico El Ambigú de Diego A. Manrique. El otro espacio que impide el pleno de once horas es Cuando los Elefantes sueñan con la Música, cuya selección musical y la propia locución de Carlos Galilea basculan entre lo exquisito (con fijación por lo brasileiro) y la invitación al sesteo.

Tras su paso por la madrugada de la cadena, El Sótano ocupa una franja de tarde que le ha permitido ganarse el aprecio de las y los lectores de Rockdelux. Diego R.J., su conductor, perdón, habitante asegura que emite desde «el subsuelo de la Casa de la Radio, una puerta oxidada desciende una sinuosa escalera que lleva a este habitáculo donde siempre se escucha Rock’n’Roll«. Desciende sólo si te motiva el R’n’R de corte clásico (que no antiguo) en sus diversas formas.

Otras categorías, otras ediciones

Y si antes citaba Viaje a los Sueños Polares como ejemplo de espacio emitido en radio-fórmula(s) y votado por las y los lectores de Rockdelux, podemos ampliar algo esa mirada a los programas radiofónicos de pasadas ediciones. Sin ir más lejos la de 2010, en la que Hoy empieza Todo repetía en el primer puesto seguido por otros cinco espacios de Radio 3 que también aparecen en la de 2011 pero en otro orden: Disco Grande, Carne Cruda, Siglo 21 y 180 Grados. Otros dos programas de la cadena pública aparecen en la lista, en ambos casos con un veterano al frente: Un idolatrado Juan de Pablos y su Flor de Pasión (tras años de presencia) y un no menos admirado (y también odiado, estos dos sentimientos crecen a la par) Diego A. Manrique. En este segundo caso, la ausencia de El Ambigú se debe a su controvertida desaparición de la parrilla. Quizás en el futuro reaparezca Manrique con El Amplificador, su podcast quincenal para El País. Tres propuestas provenientes de els Països Catalans completaron la lista de 2010: Radiocassette (de una IB3 Ràdio ahora amenazada… como el resto de medios públicos) y dos que repiten, La Competència (Rac-1) y Delicatessen (iCat FM).

Consultando otras ediciones (por ejemplo, Lo mejor de 2007, publicado en marzo de 2008) se puede comprobar como hay espacios veteranos con puesto fijo entre los diez elegidos (Siglo XXI, Disco Grande, Delicatessen), otros que parece que mantendrían ese puesto fijo si siguieran emitiéndose: Música es 3, Minoría Absoluta (sus respectivos relevos -Hoy Empieza Todo y La Competència- también han merecido el favor de las y los lectores de Rockdelux), Diario Pop o el citado El Ambigú. No faltan las apariciones esporádicas provenientes tanto de la omnipresente Radio 3 (en 2007, Mundo Babel) como de las radios libres y comunitarias (esa edición le correspondió el honor a la también citada en este post Ondas del Espacio Exterior de Radio Vallekas).

En cuanto al resto de categorías, las hay que sirven como encuesta de satisfacción (Lo peor y mejor publicado en la revista) y otras que exploran otros contenidos culturales extra-musicales: Cine, literatura o Televisión. En el aparente páramo que supone este páramo localiza algunos oasis interesantes (y sin necesidad de ser canales de pago).

Nube de Tags y Mapa Sonoro, de la renovada La 2, entroncan por contenidos y estética con la también pública Radio 3. De hecho, La 2 ocupa un papel predominante en la lista catódica como la cadena radiofónica lo hace en la hertziana desde hace años (los espacios de La 2 han llegado a ser la mitad del total en la época de Muchachada Nui o No disparen al Pianista que, durante un tiempo estuvo dirigido por Santi Alcanda). Como sublimación de esta situación, Los Conciertos de Radio 3, emitido en ambos medios.

Autor/ David Alcácer

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3 respuestas to “Radio 3 mantiene su dominio en la lista de programas radiofónicos favoritos de RockDeLux”

  1. Axwell Says:

    Hola.

    No había visto esta entrada. ¿La publicaste después de la del EGM? Al tema. Para mí los programas más valorados son los siguientes: Siglo XXI (imprescindible), 180º, Flor de Pasión, Cómo Lo Oyes (hay que reivindicar a Santiago) y Discópolis. Aunque últimamente estoy atravesando una etapa de apatía con R3. Nunca me ha convencido la anarquía que existe en la programación de esa radio con 157945682 programas a la semana superponiéndose estilos de música.

    Yo siempre he sido un firme partidario de la radiofórmula, pero bien hecha. Yo creo que cada semana se puede hacer una selección de canciones que abarquen el pop, el dance, el rock, el metal, el soul, el rap, el r&b, salsa y derivados (aunque no me gusten) el funky, el country, el jazz y el bues. Todo mezclado en una coctelera en horas de fórmula y programas especializados. No es ninguna quimera ya que esto ya lo inventó Rafael Revert (que para mí es la persona más importante en cuanto a radio musical se refiere en este país) en 1992 y se llamaba Cadena 100. En definitiva, una radio que mezcle a Martina McBride y a Justin Bieber pasando por Nacho Vegas, El Chojín o Amorphis. A ver si alguien dispuesto a perder dinero es capaz de explotar esta «fórmula».

    En fin, como siempre genial tu web.

    Saludos Bloggeros.

    • dialca Says:

      Sí, la publiqué después pero la tenía fechada antes… cada post es como un parto 😉

      Comparto tu entusiasmo por Siglo XXI.
      No me pierdo Discópolis pero a veces es un programa musical de autor para lo malo, es decir, López programa como si el espacio fuera una isla (o una república independiente) dentro de la cadena.

      Es decir, justo lo contrario que tú propugnas como formato de radio-fórmula inteligente.Lara López hacía algo muy similar por las mañanas antes de que Siglo XXI ocupara ese tramo, la recuerdo pinchando a Stone Roses para después homenajear con su música al coplero Rafael Farina, que acababa de fallecer (por tanto, el recuerdo pertenece a noviembre de 1995).

      En cuanto a la anarquía, no me molesta la cantidad de programas sino que ofrezcan realmente contenidos diversos y que los cambios de horario se minimicen, que es el verdadero mal de Radio 3 a la hora de fidelizar.

      Es indiscutible que Revert tiene un papel destacado en la historia de la radio española, creo que no conocemos aún todo lo necesario para evaluar (para bien o para mal) su labor.

      • Axwell Says:

        Si a mi no me molesta que haya programas, el problema es que se me hace cansino. Quiero decir, que por ejemplo a mi el rock me gusta, pero una hora escuchando rock cansa. Me gusta que se intercalen estilos. Un revoltillo: pipas, maiz, cacahuetes, jejeje En sentido aunque hay programas muy eclécticos en Radio 3 suelen tirar mucho para lo «indie» tipo Los Planetas o rock extravagante. Quizás el mencionado José Miguel López es algo más ecléctico pero claro también te hace monográficos de una semana dedicados a músicas del mundo (por ejemplo) que me resultan pesados (y eso que me gusta el estilo).

        Y lo de Revert, yo creo que su balance es para bien. Los40 y la Cadena 100 de ahora no representan sus ideas. Él se marchó de esas emisoras precisamente por eso. Tuve el privilegio de hablar por la web con él, y me puso a parir las radiofórmulas actuales. Y como estas cosas se demuestran con datos, yo que tengo muchos nº1 de la 100 y casi todas las listas de los40 desde 1981 hasta hoy, te puedo decir que en el momento en el que él se marchó de sendas emisoras, los cambios fueron a mucho peor.

        En fin, como siempre un placer opinar en tu blog.

        Saludos Bloggeros.

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