Autor/ David Alcácer – Imagen/ RTVE, Asurroca
Por lo pronto, lo de multiplataforma del titular es sólo una forma de ironizar ahora que el término de marras se usa de forma indiscriminada; Cualquier iniciativa de los medios o dice serlo o no existe. Lo cierto es que la última semana el responsable de Disco Grande -o, en la versión de Ángel Carmona, Julio en la Onda- ha aparecido más en los medios que en la última década (entrevistas en prensa escrita y radio, encuentros virtuales, playlist comentado en redes sociales de nuevo cuño, retransmisión en directo de conciertos,…).
Contaba Julio Ruiz como en las entrevista de los últimos días varios plumillas le habían preguntado desde que año presentaba el espacio (lunes a viernes, 16h, Radio 3). Anécdota que, por un lado, muestra el rumbo que ha tomado la profesión (reducción de plantillas que rebaja la calidad del producto, becarios/as haciendo trabajo que les viene grande,…) y, por otro, el desconocimiento de la radio más allá de las y los cuatro comunicadores-estrella. Sí, Julio Ruiz es Disco Grande desde que emitió su primer programa allá por marzo de 1971 (el título se debe a que se pinchaban caras completas de los discos de vinilo). Aquel locutor de dieciocho primaveras, que por entonces ya colaboraba en varias publicaciones musicales (“he catado todos los palos de la comunicación -prensa escrita, tele,…- y no hay duda de que gana la radio”), pinchó a los Moody Blues para abrir su primer programa y convertirse en el puente que salvó el abismo que separó la Movida de los ochenta con el indie de los noventa (ese indie anglófilo de aroma Opening ;-).
El espacio nació en Popular FM, emisora madrileña propiedad de COPE (sí, la ‘P’ es de Popular) nacida cuando la Frecuencia Modulada aún era minoritaria (hasta el éxito de Antena 3 Radio) y, consecuencia de ello, dedicada a propuestas musicales y que desapareció con el alumbramiento de la Cadena Cien de Rafael Revert. Es decir, la noche y el día, una radio musical que burlaba la censura de los últimos años de la dictadura fascista (franquismo lo llaman) para emitir riffs de libertad frente a una radio-fórmula creada por el ex-director de Los 40. Antes de la transmutación, Ruiz ya había emigrado a los medios públicos y su alcance era nacional, primero Radio Cadena Española, luego Radio 4 y Radio 3.
Un viaje similar (también en cuanto a cifras) que el vivido por Juan Claudio Cifuentes alias Cifu (éste con escalas en Antena 3 Radio y Cadena Cien… en la era Revert), el actual responsable de Jazz porque sí (Radio Clásica) y A todo Jazz (Radio 3). Contrastan los fastos organizados para homenajear a Ruiz con su ausencia en el caso del reciente premio Ondas. Discreto pero de agradecer fue el programa que le dedicó Carne Cruda (también Ruiz pasó por la carnicería). Es un gusto el entusiasmo y la devoción que Javier Gallego demuestra por los locutores veteranos, de hecho, por su programa ya han pasado Juan de Pablos, Diego A. Manrique o Mariscal Romero.
El madrileño también ha pasado en las últimas fechas como invitado por otros espacios de la radio pública entre los que cabe destacar Bienvenidos a Casa, entregado a la información corporativa de RTVE (llámesele autobombo si se prefiere, algo similar a lo que hace Elena Sánchez en La 2). Su andanzas tienden al infinito: Su conexión con Keith Richards, la primera maqueta de Nacha Pop que aún conserva en cinta de bobina (y así hasta cinco mil incunables), el auto-control con platos, su pluriempleo para poder seguir haciendo radio, su infancia escuchando Discomanía y el tema estrella, su servicio militar, una etapa digna de ser contada y así lo hizo con Carlos Marcos en El País:
“Ni la mili, por aquellos años de disciplina férrea, pudo con Disco grande. Su responsable, Julio Ruiz, se subía todas las semanas a un autobús para recorrer el trayecto Lleida (donde le tocó el servicio militar)-Madrid y grabar todos los programas de la semana en una jornada extenuante. Después, de vuelta a Lleida, a servir a la patria. Casi mil kilómetros”.
Es más, Ruiz dejaba las presentaciones grabadas y luego, entre su hermano y un amigo, iban pinchando los temas seleccionados y añadiendo los cortes de voz. Con la pre-jubilación de Jesús Ordovás y la desaparición del ya mítico Diario Pop en 2007, dejó “los ciento veinte más ciento veinte del fin de semana” para trasladarse a la tarde de los días laborables con las bendiciones del propio Ordovás:
“Julio ha apoyado la música independiente en su programa, desde hace ya 40 años- felicidades julio ¡-y lo sigue haciendo, con un gusto y una dedicación que merece todo mi respeto y mi apoyo, al igual que lo que siguen haciendo los demás compañeros de Radio 3”
El periodista musical tiene claro lo que otros y otras profesionales no tanto: «Quien esté en un medio público como éste no debe hacer radio si anda arrastrando sus ganas de hacer radio«. Sin duda, le queda cuerda para rato. Además, es consciente de sus limitaciones y las lleva con humor: “Tengo una voz personal pero no se puede decir que sea radiofónica”. Lo incontestable es su condición de melómano (activo), por eso Julio Ruiz tiene claras sus preferencias en cuanto a horario:
“La tarde… prefiero hacer el programa por la tarde… He estado a las 15, a las 17…a las 16… Hacer un programa de noche y perderme conciertos lo llevo mal”.
Las cuñas conmemorativas que han sonado en Radio 3 hacen referencia al peculiar glosario de Ruiz: Que si «cambio de camiseta» cuando una banda firma con otra discográfica, que si «alineación titular» para repasar sus componentes,… Incluso se disputa una Liga Maquetera con grupos que aún no se han estrenado en la industria discográfica. Como es fácil de suponer, el periodista es aficionado al balompié y seguidor acérrimo del Atlético de Madrid. De hecho, colabora ocasionalmente con Tablero Deportivo como comentarista en los partidos que disputa el equipo colchonero. Tiene su lógica, ser seguidor de la escena indie en este país es como ser aficionado del Atleti, complejo pero, de vez en cuando, gratificante.
Ah, una advertencia que ya es un clásico: Cuidado con confundir a Julio con otro veterano del gremio, Julián Ruiz, de la -como diría el propio Julio- escudería de PRISA. No se parecen ni físicamente, tampoco su timbre de voz, ni siquiera sus gustos o forma de expresarse, pero ambos tiene una parroquia fiel ganada a base de años frente al micro. En el caso de Julián Ruiz, también productor, con su Plásticos y Decibelios.
Domingo Grande al cuadrado
Con motivo del cuarenta aniversario al frente de Disco Grande, Julio Ruiz ha regresado al fin de semana para, durante un par de domingos consecutivos, liderar La Fiesta Grande y la Fiesta Chica, como no, denominaciones acuñadas por el propio periodista. La Fiesta Grande hace referencia a la jornada que cada año, desde hace ya un buen puñado, se celebra en La Casa Encendida, centro cultural madrileño inaugurado en 2002 y que toma su nombre de unos versos de Luis Rosales. La jornada en cuestión se denomina La Radio Encendida y es, ante todo, una ristra de conciertos en directo presentados por los diferentes locutores/as de la emisora y retransmitidos en directo. Así, el pasado veinte de junio desfilaron por el escenario entre las doce del mediodía y la medianoche una decena de bandas y solistas, todos y todas rabiosamente indies (Christina Rosenvinge, Annie B. Sweet, Nacho Vegas o la aparición sorpresa de Manolo García en su condición de ex-cantante de Los Burros). No faltaron The Bright, que recibieron el premio como vencedores de la citada Liga Maquetera la temporada pasada.
La otra, la Fiesta Chica (“íntima y hogareña”, define Ruiz), se celebró una semana más tarde en el estudio Música 3 de los estudios de Prado del Rey, lo cual permitió que hubiera público en directo. No fue el único punto en común con La Radio Encendida, también mandó la música en directo (sonaron, en formato acústico, Nadadora, Birdairplanes y The Ezra Beats). ¿Y hubo alguna diferencia? Sí, Julio charló con las y los músicos (incluso le cantaron una versión adaptada para la ocasión del Happy Birthday) y hubo oportunidad de recuperar –gracias a la labor de arqueología realizada por Paula Quintana– pasajes de entrevistas realizadas por Ruiz en las últimas cuatro décadas (con algunos momentos realmente psicotrónicos).
El espacio, de dos horas, se emitió simultáneamente en Radio 3 y Radio Nacional, que aprovechó un fin de semana sin fútbol de Primera División para homenajear a Ruiz… ¿O fue sólo una forma de cubrir unas horas huérfanas de Tablero Deportivo? Imagino que una combinación de ambas. ¿Y qué pasó con el boletín? Me explico: A las horas en punto Radio Nacional emite un boletín informativo pero no así Radio 3. La solución fue pinchar una sintonía de larga duración que sonó hasta que se sumó a la emisión la cadena generalista de RNE. Y digo una sintonía y no la sintonía porque, al igual que, por ejemplo, el citado Diario Pop, cuenta con un batallón de ellas, de las cuales ocho fueron compuestas ex profeso por bandas íntimamente relacionados desde sus inicios con el programa (Humanoid, Hermanos Dalton, Facto Delafé, Venas Plutón o Manos de Topo).
Eskup completa el circo de tres pistas
La tercera pata dentro de las celebraciones del cuarenta aniversario de Disco Grande se posa en la Red, en concreto en el site de El País o, más concretamente aún, en Eskup, una suerte de Twitter que “socializa la información, crear comunidades de intereses e identifica targets” impulsado por Sindo Lafuente (sí, el de Soitu), responsable de la versión digital del diario de PRISA.
El País –a través del canal Está sonando del Eskup– propuso al madrileño seleccionar una canción por cada año de Disco Grande con comentarios explicativos de cada tema. Y lo hizo: David Bowie, Radio Futura, The Smiths, Radiohead, Los planetas, Michael Jackson, Roxy Music, The Cure, Blur, The Clash, Nacho Vegas, Arcade Fire,… Así afronto el reto Julio Ruiz:
“Uff, qué difícil… Elegir y que cuadre la referencia con el año buscado y que no nos salgamos del molde (…) ¿Alguna trampilla? No muchas. Apenas que algún tema saliera en un single antes y luego en un álbum. Yo soy muy rígido con los encargos. Me ha gustado el reto y me lo he pasado muy bien. Ha sido un ejercicio de memoria y de descartes, a veces difíciles. Son 40, pero podrían haber sido 400 o 4.000”.
Un buen número de locutores y locutoras de Radio 3 –prescriptores/as, que diría Lara López, directora de la cadena- repiten una y otra vez un concepto al que Ruiz se suma, por la cuenta que le trae:
«La radio tiene futuro asegurado pese a Internet, siempre será una guía; Te puedes autoabastecer en la Red, pero se agradecerá la voz autorizada de quien diga ‘esto es muy bueno'».
El periodista musical mira al futuro de frente:
«El otro día hacía mis cálculos y voy a estar ahí ahí celebrando los 50, estaría muy bien. Ahora que estoy disfrutando con algo que es mi pasión y que no me ha dado de comer hasta hace cuatro días… esto es un lujo».
El “ahí ahí” se refiere a la jubilación (si no le atropella antes un ERE como a otros compañeros y compañeras). En todo caso, ya se sabe que los viejos rockeros nunca mueren aunque, en su caso, igual es más acertado lo de “cuando haces pop ya no hay stop”.
Autor/ David Alcácer
Etiquetas: Bienvenidos a Casa, Disco Grande, Eskup, J. Claudio Cifuentes 'Cifu', Jesús Ordovás, Julio Ruíz, La Radio Encendida, Popular FM
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