Autor/ David Alcácer
Imagen/ Red Stamp, Ruby Blossom, COPE, Cadena SER
«Soy gay, de izquierdas, ateo, con toque comunista y habéis logrado que esté escuchando la COPE, menos regalar camisetas y más pagar el psicólogo».
Se trata de uno de los SMS -irónico, claro- recibidos el día del estreno de la nueva reencarnación de Tiempo de Juego y leídos por Jorge Hevia en antena que describe, bien a las claras, las sensaciones de la primera jornada. Sensaciones de extrañeza por parte de una audiencia fiel a unas voces independientemente de la cadena en la que emitan.
«Es sólo deporte«, repiten una y otra vez González y Castaño para justificar su presencia en la némesis de la Cadena SER. Ya es sintomático que lo hagan, si hubieran fichado por, por ejemplo, Onda Cero, esa explicación sería innecesaria, ni les sería preguntado ni ellos se sentirían con la necesidad de explicarlo. En fin, son profesionales que han de buscarse las lentejas y, de alguna forma, se han visto empujados a salir de lo que parecía su hábitat natural (la cantinela de los números uno en la cadena número uno).
¿Podrá más el rechazo a la línea ideológica de la COPE que la presencia de los ex-Carrusel para la audiencia de la SER? Parece que, mayoritariamente, no. Eso sí, que la audiencia escuche los deportes de COPE no significa que su dial quede ahí petrificado el resto de horas. ¿Fue antes el huevo o la gallina? ¿La audiencia fiel a Carrusel provocaba un efecto positivo al resto de programas de la cadena? ¿O quizás el hecho de estar en la SER sumaba oyentes? Ah, ¿y cual será la reacción de la audiencia de COPE (aún hay heridas abiertas con el asunto 11-M) y los seguidores/as de Abellán? Pues me temo que su número era lo suficientemente pequeño como para no quitar el sueño a los y las responsables de COPE.
Alfredo Relaño, actual director de AS y uno de los que forjaron todo el entramado deportivo de PRISA (Canal+, SER, AS), tilda esta mudanza de anti-natura, como si «todo el Barça se pone la camiseta del Espanyol de golpe». Así exponía su visión a Iñaki Cano en La Tribu de SportYou:
«Al Carrusel se le han ido tantos componentes que es posible que arrastren buena parte del cesto, aunque no sabemos si lo importante era el cesto o el contenido del cesto. Hasta ahora la SER estaba muy sola, muy por encima, con dos patas, El Larguero y Carrusel. El Larguero va a sufrir poco porque es un programa muy personal de José Ramón de la Morena y él sigue. Hay que ver el Carrusel que se ha reconstituido cómo funciona. Yo creo que la SER sigue teniendo ventaja porque el Larguero sigue siendo muy sólido y el Carrusel lo están reconstruyendo bien«.
Pues ya están los dos escenarios principales de la batalla sobre la mesa: Las retransmisiones y el deportivo de medianoche.
Antes, un apunte que no pasa de curiosidad (¿o sí?), en un test plantean la siguiente disyuntiva a tres de los recién llegados a COPE: ¿Radio o deporte? Paco González y J.A. Alcalá responden «Radio» mientras que Joseba Larrañaga elige «Deporte«.
Tiempo de Juego, un punto y seguido
«El mano a mano de Barça y Real Madrid arrincona al resto de equipos demasiado pronto, condenados a quedarse sin subir a los dos primeros cajones del podio (…) En la radio no es así. Por mucho que se empeñen».
[Edu García en el diario Marca del 28 de agosto de 2010]
Pues por mucho que le duela a García, conductor de Marcador en Radio Marca, parece que nos encaminamos hacia un escenario de dúopolio. Veremos si RadioEstadio -en antena desde 2001- se suma a la fiesta. A día de hoy, hay empate técnico entre el espacio de Onda Cero y el de COPE, pero ambos no suman ni la mitad de la audiencia que registra el Carrusel Deportivo.
Llegó el gran día… y no sólo para las y los atléticos. La COPE anuncia que adelanta el comienzo de la retransmisión más allá de lo habitual en estos casos (siete y media) y Cadena SER contraataca anticipando el suyo aún más (siete en punto) con una decisión que huele a temor y contra-programación más que a ilusión e innovación.
González y Castaño juegan al continuismo («Somos un número grande de personas que pasamos a formar parte de algo aún más grande«) manteniendo la denominación Tiempo de Juego, una marca que se asocia, ante todo, a COPE tras las audiencias discretas de Edu García o J.A. Abellán y lejanos ya los tiempos de José Mª García. Buscar sustituto al distintivo Carrusel era complicado, un sucedáneo podría provocar aún más confusión de cara a las entrevistas del EGM. Además, tras tantas temporadas, ellos son y serán los de Carrusel durante algún tiempo… el que tarde la SER en acertar con la tecla de sus sustitutos. Así que, ¿para que romperse la cabeza? Tiempo de Juego es tan bueno o malo como cualquier otro nombre, quizás algo aséptico para el estilo desenfadado y hedonista de este grupo.
Todo comenzó como se esperaba, es decir, con la voz de Pepe Domingo Castaño alzándose en un silencio espeso y tenso. Sus palabras, ya archicomentadas en la Red, son un clásico instantáneo de la radio, sobre todo para sus seguidores/as más fieles. Para el resto, algo autocomplacientes. Una homilía en toda regla rodeada de una tremenda expectación (llenazo en el estudio incluido que recordaba el sermón de la montaña donde fueron promulgadas las bienaventuranzas).
Sí, los juegos de palabras que ofrece la cadena de la Conferencia Episcopal (esa institución opaca, sexista, homófoba, tendente al intrusismo en un Estado aconfesional y al monopolio de una presunta vida eterna es accionista mayoritaria de COPE) son una tentación insalvable. No sólo para mí, el propio Monseñor Castaño presentó a Paco González como «casi Dios«, un apelativo que, parece, va a mantener al principio de cada edición del programa. Sin problema, habrá manga ancha en ese sentido si siguen atrayendo anunciantes. No es la única adicción al catálogo de expresiones: El temor a citar a la SER en el fragor de la retransmisión (y ya en plena labor de zapa de cara al EGM) terminará por convertir en ubicuo el «Cadena ¿eh? ¿eh? ¿eh?», muy del estilo de radio artesana de Castaño (había un cencerro preparado para hacerla sonar en caso de equivocación).
Hablando de artesanía: Cuando ciertas voces de la SER apuntan, no sin mala uva, que en el ex-equipo de Carrusel hay inadaptados digitales puede que no estén desencaminadas. Momentos antes de estar en el aire confirman a Paco González que se les podrá ver en directo en el site de COPE, González no duda en dirigirse a la dirección web a través de Google (¡!) hasta que una voz fuera de plano le aconseja: «Métele la URL directamente«. Y eso que el periodista madrileño se pasó el verano escribiendo epístolas en su perfil de Facebook.
El equipo de Paco González se esforzó en demostrar que su estilo de hacer radio permanecía inalterable y lo que logró fue rozar la auto-parodia y el histerismo. La veteranía no siempre es antídoto para los nervios. Mientras, la gente del nuevo Carrusel de la SER intentaba demostrar que, con un estilo pretendidamente más elegante, también son capaces de transmitir diversión con un punto gamberro como sus predecesores. Es decir, dos ejercicios de exceso y sobre-actuación capaces de agotar a cualquier oyente (que no sea seguidora o seguidor acérrimo).
Tiempo para nuevos y viejos hábitos: Antes de las nueve de la noche ya anunciaban que se habían convertido en (el octavo) trend topic mundial («Madre mía la que habéis liado. Está claro quien ha ganado la primera batalla«, se leía en un tweet) y a las diez y media regresaba el oráculo Nostrapacus: De Gea para un penalty a Milito mientras González declara su felicidad por vivir de nuevo con su equipo momentos como ése. Ah, ahora el código morse indica «COPE gol» y algunas sintonías han sido sustituidas y también algunas frases heredadas por anteriores etapas de Carrusel (el «sonido inconfundible» ha pasado a ser «imprescindible«). Pequeños retoques por imperativo legal. Otros, como el animoso «Hola, hola» del minuto cero, siguen inalterables.
«Empezaré con el ‘Hola, hola’, porque es mío. La careta de Carrusel es toda mía, menos ‘sonido inconfundible’ que es de Vicente Marco. Ahí diré otra cosa, pero la careta es mía y la usaré en Tiempo de Juego. Si la siguieran usando sería demostrar que tienen poca imaginación».
«Es difícil olvidar a alguien como Vicente Marco, que una tarde me llamó para darme su bendición y el permiso indefinido para quedarme con algo que era suyo, nada más y nada menos que el sonido inconfundible de la tarde del domingo».
«Nosotros, con Paco González al frente, seguimos intentando acercarnos cada fin de semana a aquellos espectaculares niveles de credibilidad y audiencia que hicieron de Carrusel, de aquel Carrusel de Marco y Prat».
La primera de las citas corresponde a una conversación reciente de Pepe Domingo Castaño con Raúl Piña en El Mundo. La segunda es de puño y letra del gallego, publicada en El País con motivo del fallecimiento en 2008 de Vicente Marco, uno de los creadores de Carrusel Deportivo. Poco podía sospechar que dos años más tarde en diarios como el dirigido por Pedro J. Ramírez aparecerían titulares como «Manolo Lama y los anunciantes, protagonistas de la guerra de los carruseles«. Sí, la lucha comenzó, semanas antes que lo hiciera en antena, en los respectivos departamentos comerciales. Por eso, al igual que en el Carrusel dos-punto-cero , se coreó el nombre de los anunciantes.
[Añadido en enero de 2011: Manolo Lama, conocido durante meses como Mister X y cuya voz sonó en una ráfaga en el primer Tiempo de Juego, se incorpora a COPE y parece ser el que lo hace más a regañadientes pese a que apalabró su incorporación en verano. Intento mediar entre la dirección de la SER y Paco González y, además, demuestra ser el más generoso, ya en la antena de COPE ha citado noticias aparecidas en el diario AS o la SER]
Su nuevo director, Javier Hoyos, convierte sus temores en proyectiles con motivo de una entrevista en El Periodico de Catalunya: «El Carrusel es igual a la SER y la SER es igual a Carrusel. Si yéndose a otro sitio ellos hacen lo mismo, se equivocarán«. ¿Cambia un o una cantante de estilo cuando firma por otra discográfica? ¿O un escritor/a de editorial? ¿Y qué pretende? ¿Que renuncien a un estilo forjado durante años y que les dado fantásticos réditos? O, dicho de otro modo, ¿Carrusel es así gracias a González, Castaño y compañía o lo era ya antes? Pues ni una cosa ni la otra: Carrusel es fruto de una evolución en la que tan importante es lo anterior como lo posterior a 1992. Si lo uno no hubiera sido posible lo otro y sin la etapa González es probable que no hubiera sido líder de forma tan indiscutible.
Una vez que se ha dado el pistoletazo de salida a la temporada (a la Supercopa de fútbol se renunció por falta de tiempo material) hay que rentabilizar la inversión: Atleti el viernes, liga el fin de semana, el martes baloncesto con Xiro López (luego me despacho con él), Vuelta Ciclista, Fórmula Uno,…
A vueltas con la primera hora del sábado
“Yo no quiero hacer un Carrusel soez, barato y cutre, quiero humor inteligente. Nosotros no utilizamos un machismo desaforado y absurdo”.
Javier Hoyos lo podía haber dicho más alto pero no más claro. Pero cuidado: Se está poniendo el listón muy alto. Mientras, a un par de kilómetros, distancia que separa los cuarteles generales de SER y COPE, a lo suyo: Nuevas voces se añaden a la cita del sábado como Juan A. Alcalá, responsable de comentar los top de música y cine (no faltó humor negro en el estreno: Como recomendación literaria, Los Silencios de El Larguero). Alcalá tiene el reto de pasar de pulpo en garaje a Augusto en una pista llena de clowns («Se nos va la pinza de vez en cuando«).
Juanma Castaño participó vía telefónica. Ya centrado en la televisión (Canal+ y Cuatro), sin miedo a represalias y lanzando dardos, que si «la nueva sintonía parece la de la hípica en TVE«, que si «parecíais una despedida de soltero con las camisetas de la rueda de prensa«.
Se añade a la troupé de este tramo José Manuel Oliva, que parece ejercer con agrado el papel de andaluz (presuntamente) gracioso, perpetuando el tópico. Oliva esta dispuesto a adoptar el rol hasta ahora desempeñado por José Antonio Ponseti o el propio Juanma Castaño, aún sonando impostado. Otro que cubre un vacío es Fernando Evangelio, que intentará hacer olvidar a Julio Maldonado alias Maldini (también Marcos López, colaborador de Marca o La Sexta).
Dos llamadas en directo protagonizadas por el clon de Luis Aragonés a las centralitas de su actual y anterior cadena conformaron la travesura del día. Conclusión en boca de González tras el experimento: «No nos están escuchando ni la gente de la SER ni de la COPE«. Eso sí, la llamada a la recepción de COPE provocó el primer running gag de la nueva andadura: Dieron con Mariana (para más inri, comparte nombre con el título de una de las sintonías), recepcionista de acento latinoamericano que fue invitada a entrar en el estudio donde vaciló y preguntó a González, cantó un bolero con Castaño, les llamó «infiltrados«,… Ah, y misterio resuelto: No estaba escuchando COPE o Cadena Cien, ni tan siquiera la radio sino «MTV por Internet» (sic). Es el signo de los tiempos.
Mariana fue la estrella de la función (al menos durante unos minutos, los que Warhol presagiaba a todo mortal). Pese a su soltura frente al micrófono, la escena -de puro surrealista- dio la impresión de espontánea. De peor gusto y dudosa gracia fue preguntar por su predecesor, José Antonio Abellán en la llamada de COPE o gritar «Sóis los mejores» a la persona que respondió en la redacción de la SER. No lo achaco a la mala intención sino a la falta de talento a la hora de improvisar sumado a pereza a la de la preparación.
Otros deportes: Marcaje al hombre
Si en Gran Vía tienen Fórmula SER, conducido por David Alonso, para retransmitir la Fórmula Uno, la competencia monta COPE GP, con Carlos Miquel, que deja de cubrir la competición para el diario AS. Parece que no habrá color: Miquel es discreto como conductor de un programa y no aguanta la comparación ante el gran Alonso (el periodista, no el piloto).
Heri Frade, en las competiciones ciclistas, lo tiene duro ante Íñigo Markínez y, sobre todo, ante el maestro Ares (Onda Cero). Y Xiro López (desde finales de 2010 en Intereconomía) como temporero de emergencia para el Eurobasket. López, que fue cesado como director de deportes de Telemadrid hace pocas fechas, retransmitió baloncesto décadas atrás pero sus apariciones junto a Biriukov siguiendo al Real Madrid en Euroliga en las últimas temporadas encabezan la lista de las retransmisiones más lamentables de todos los tiempos por desconocimiento de la actualidad del baloncesto, forofismo histérico y densidad de sandeces por minuto (ojalá fuera una exageración). Queda demostrado que a Paco González le interesa lo justo (incluso menos) el baloncesto.
[Febrero de 2011: La tradicional retransmisión de la SuperBowl (retransmisión por llamarlo de alguna forma) se realizará sólo en SER por motivos de derechos. COPE anuncia la del Partido de las Estrellas (All Star de la NBA), algo que Onda Cero ya hacía, precisamente, a imagen y semejanza de la SuperBowl de Carrusel. La excusa es lo de menos para una madrugada en la que el deporte pasa a un segundo plano. El ridículo corresponde a la SER, que en pocas horas anuncia y anula -de nuevo temas de derechos- la velada del All Star]
Y vamos con los programas ofrecidos exclusivamente por Internet a través de podcast. ¿No sabes a qué me refiero? Pues echa antes un ojo a este post. Los duelos están servidos: Play Fútbol vs. This is Fútbol (Fernando Evangelio pasó de presentar el primero al segundo tras el cambio de cadena) y Play Basket vs. Showtime (aquí el que emigró fue el comentarista M.A. Paniagua). Una duda que me corroe: ¿En qué momento se prohibió poner nombre en castellano a estos espacios?
[Añadido en 2011: COPE aumenta su oferta en podcast con otros tres programas dedicados a deportes minoritarios con poca presencia en antena pero demanda real: De Rosca (balonmano), Futsal COPE (fútbol sala) y Ryder COPE (golf)]
El Partido de las Doce, la alternativa
«De la Morena tiene un poder cuasi hegemónico en la radio española y vamos a ver si sale perjudicado de la nueva situación. Es muy difícil vaticinarlo y pronto para saberlo. El caudal de medios humanos y técnicos que se ha ido de la SER a la COPE es tan brutal que algo le tienen que arañar. En cualquier caso, el programa que están haciendo en la Cope, El partido de las Doce, es de una originalidad, una amenidad, de una diversión y de un interés tremendo. La fórmula es muy atractiva; es un programa coral, pero muy atractivo».
«Para romper la hegemonía de El Larguero y de José Ramón de la Morena habrá de pasar bastante tiempo. Los imperios no se producen de la noche a la mañana o de la mañana a la noche. Los cambios se producen lentamente y tardan en consumarse bastantes años. El imperio De la Morena tardará en caer. Lo cierto es que en su día había un imperio radiofónico, hubo un cambio de poder y ¿por qué no va a haber un cambio de poder en el futuro?»
[Eduardo Inda, director de Marca en La Tribu de SportYou. Ah, no es una opinión objetiva: Colabora con El partido de las Doce]
Lo primero: El nombre. Si Tiempo de Juego es una marca que se relaciona con COPE y por eso se ha mantenido pese al desembarco del nuevo equipo de deportes, no sucedía lo mismo con El Tirachinas, que es sinónimo de J.A. Abellán (el origen es un comentario algo despectivo de José Mª García cuando fichó por el “portaaviones” que era la Onda Cero de Telefónica frente al “tirachinas” del que provenía). Además, el nombre será disputado en los tribunales entre Abellán y la cadena, que van a pelear en todo los frentes legales.
Así que sus actuales responsables decidieron comenzar una nueva etapa en la medianoche deportiva con esta denominación, que resulta estar inspirada -por no decir copiada- de El Partido de la Una, veterano programa que se emite en el mediodía Onda Madrid. Cierto que la resonancia de la cadena autonómica madrileña es limitada (y va a menos) pero el espacio, cuyo primer presentador fue Javier Reyero (Telecinco, Telemadrid), lleva quince años en antena y merecía un respeto a su marca. No estoy hablando del ámbito legal sino de ética.
Ah, y dos detalles más (menores pero dignos de ser mencionados). Por un lado, la desconsideración que supone para las y los canarios el nombre de marras (vale, no es para tanto). Por otro, que no es descriptivo -los domingos comienza media hora antes- ni adaptable (la radio y las parrillas dan muchas vueltas).
Pero, a la hora de referirse a El Partido de las Doce, hacia donde se ha de mirar de reojo es a El Larguero: Mismos horarios, similares secciones (que si sanedrín, que si debate de los jueves,…) y tres cuartos con los presentadores: Juan Antonio Alcalá fue pieza básica en los años dorados del espacio conducido por José Ramón de la Morena (hasta caer en desgracia) y Joseba Larrañaga era, hasta este mismo verano, el responsable de la edición de viernes y sábados del programa líder en su tramo horario.
Frente a la figura de De la Morena, el planteamiento de El Partido de las Doce es bicéfalo. Alcalá compite con el de Brunete de lunes a jueves y Larrañaga, los domingos (los viernes y sábados lo hace frente a su sucesor: Yago de Vega, uno de los que ha ascendido en el escalafón de la SER tras el éxodo). Eso sí, la labor de este dúo va a ser más lenta y laboriosa que la de Tiempo de Juego: Parten de trescientos mil oyentes según el último EGM, con Al Primer Toque pisando los talones y a un millón de oyentes de El Larguero, una distancia sideral.
Si De la Morena tiene una personalidad muy definida, Alcalá, que en su debut se mostró “feliz, emocionado y contento”, no le va a la zaga. El madrileño, que antes de dedicarse a la información deportiva fue, por ejemplo, corresponsal de la SER en el Golfo Pérsico, sentó las bases del programa: “Queremos hacer una radio alegre, divertida, participativa y sin ningún rencor porque no lo tenemos”. Por su parte, Larrañaga, que se auto-denominó como “el furgón de cola” por ser el último (¿penúltimo?) en tomar el puente aéreo SER/COPE, comentaba como “una de las máximas que nos hemos propuesto es potenciar la opinión, la de los expertos (…) de un abanico amplio, con un debate siempre dentro de un orden y también su opinión”.
Contarán con el apoyo (es decir, presencia habitual) de los Guasch, Paniagua, Oliveros, González y una parte importante de los que fueron componentes de El Sanedrín de El Larguero (y, lo que es la vida, también la incorporación de varios redactores de Marca e, incluso, su polémico director). Ah, y el regreso de Pepe Domingo Castaño con la guinda al programa en forma de glosa –emocionante unas veces, relamida y tópica otras- que popularizó en El Larguero (ahora “cierra la función” en la SER Juanma Trueba… no es lo mismo, Castaño sólo hay uno). Puede parecer sólo una curiosidad pero el valor simbólico de “El folio de Pepe” es alto.
Hacía ya tiempo que a De la Morena no se le planteaba un desafío de esta entidad. La lucha por el protagonista deportivo de la jornada y la exclusiva de turno va a estar reñida; Alcalá y Larrañaga no lo van a poner fácil, de hecho, ya han obligado a reaccionar a la SER con el trasvase de colaboradores. [Añadido en octubre 2010: Como se sospechaba, hay juego subterráneo y algunos codazos, lo cuenta el blog RadioChips y el de Ramón Trecet]
El último elemento a comparar es, precisamente, lo primero que se escucha: La sintonía. El Larguero innovó en su momento escogiendo un tema del cantautor Benito Moreno que ahora es ya un clásico. El Partido de las Doce ha intentado dar un paso más allá a partir de ese hallazgo. Un paso que son dos: Por un lado, la elegida es una canción pop (bueno, pop mestizo, casi rumbero, al estilo Melendi). Por otro, se trata de una pieza -pegadiza pero predecible- realizada por encargo que ha compuesto el extremeño Huecco y que aspira a ser seña de identidad del programa.
Autor/ David Alcácer
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